Alexander 'Revy' Robinson

Un niño que siempre deseó con ser un héroe no es necesariamente una buena persona. Alexander siempre pensó que trabajaba por el bien, cumpliendo su sueño y sirviendo a la ciudad cuando en realidad lo único que necesitaba era un motivo por el cual seguir existiendo. Su baja autoestima y su incapacidad de comunicarse con la sociedad lo mantuvieron alejado de las personas lo suficiente como para pensar que no correspondía para él una vida común y forzó su propia existencia en pos de conseguir ser especial. Y cuando lo consiguió, volvió a perder un motivo para continuar. Esa es la descripción general de un muchacho que jamás maduró socialmente y que se arrepiente de ello hasta el punto del constante sufrimiento.

Detrás de esa faceta pacífica y agradable se esconde la realidad de un vampiro que niega constantemente su propia naturaleza destructiva. Incapaz de sentirse parte de su nueva raza, e incapaz de volver a ser el humano que era antes, se encuentra en el limbo interminable que determina su actuar; así es como ante la sociedad hace lo posible por ser el niño que perdió todo, menos la esperanza, pero tras la máscara del héroe puede darse el lujo de sacar a relucir todo el instinto sangriento y brutal de un vampiro con un odio frío a todo lo que considere fuera de su línea moral. La falta de amor real en su vida, desde su niñez hasta su trágica adolescencia lo mantienen en una constante búsqueda por el sentimiento, a pesar de que al mismo tiempo hace lo posible por evitar todo tipo de pensamiento vulnerable, en pos de no repetir los dolores de su pasado.

El ser dual en continua lucha interior solo es el reflejo de un muchacho ansioso por ser feliz, atrapado por sus propias inseguridades y baja autoestima que raya en el odio propio.



Alexander Robinson nació un 2 de julio, el segundo hijo de una respetable familia en Bellecity, Estados Unidos. Sus padres, dueños de una empresa internacional, vivían el ensueño de una familia perfecta y escondieron durante muchos años en una burbuja a su hijo favorito, el que creció sin preocupaciones más allá de sus propias inseguridades. Su comportamiento y su genialidad sobresalieron a temprana edad, el talento que poseía para crear herramientas y artilugios se mezclaron con el acelerado rendir de su cerebro, ya cuando tenía doce años había egresado de la preparatoria, ayudado por su familia que insistió en contratar tutores y profesores particulares para enseñarle todo lo que debía saber sin tener que entablar lazos sociales con ninguna persona más allá de su familia.
Su padre estaba feliz. Su hijo se pasaba los días dibujando diseños de armas vanguardistas y funcionales, que él se llevaba en secreto para producirlas en masa y venderlas, lo que hacía crecer su negocio de forma acelerada. El niño, ajeno al mundo, vivía dentro de una burbuja que se rompió de la peor manera posible.
Una noche su casa estaba en llamas. Antes de que llegaran los bomberos, antes incluso de que muchos de los vecinos se dieran cuenta, Alexander a sus catorce años entró a intentar salvar a su familia, pero sus padres estaban ya muertos, tirados en el suelo de la casa en llamas. Tomando una playera que a veces usaba de pijama, salió tosiendo de la casa y se quedó en las afueras, viendo entrar a los servicios de emergencia, como su hermano mayor llegó a ver como todo lo que alguna vez tuvieron se perdió entre las llamas, el humo y el agua. Gracias a Tobías, su hermano mayor, el que trabajó mientras cuidaba de sus estudios, pudieron irse a vivir a un pequeño departamento en el que Alexander se encerró durante casi un año, cuando las lentas investigaciones de la policía arrojaron los primeros resultados; Thomas y Amelia Robinson habían sido asesinados y el fuego había sido encendido para cubrir los rastros de los perpetradores. Los mismos que, al parecer, habían hecho un gran robo en la empresa Robinson Firearms & Co.
Sin un plan ni las habilidades como para realmente hacer algo, Alexander se disfrazó para esconder su verdadera identidad y salió en la búsqueda de los responsables por la muerte de sus padres, y los encontró por mala fortuna de él, descubriendo en una misma noche que la ciudad estaba atestada de mafiosos y criminales, y que los seres humanos no eran los únicos que rondaban la tierra. Se salvó de suerte, ayudado por el verdadero héroe de la ciudad, Revolution, el que sanó sus heridas y, después de un tiempo de terquedad, aceptó tenerlo como su alumno y enseñarle todo lo que necesitaba saber para liberar a su ciudad de las mafias. Alexander fue conocido entonces como el héroe Revy, mano derecha de Revolution y uno de los líderes de HOPE, organización que comenzó a reunir y entrenar héroes con el propósito de hacerle frente a la potencia de las mafias.
La historia de HOPE y su ascenso a convertirse en una de las fuerzas militares más importantes del mundo se desvió de su historia propia, cuando un amor imposible destruyó su círculo social, su esperanza y su salud. Demacrado y enfermo, soportó maltratos en nombre del amor hasta que su cuerpo no pudo resistirlo más, y a la edad de 22 años, el cáncer lo sentenció a muerte. Abandonado a su suerte en un sótano oscuro y sucio, fue encontrado casi por casualidad por un vampiro que se apiadó de él y su situación, conociendo quién era y lo que podía hacer, y se decidió a salvarlo de la muerte convirtiéndolo en un vampiro.
Alexander desapareció del radar del mundo el tiempo en que se dedicó a aprender a luchar contra su propio instinto y a controlar sus nuevas capacidades. Para cuando retornara a las calles de Bellecity, el héroe que antes fuera el protegido del líder y más una burla que una amenaza, se había transformado en un ser vengativo y cruel que disfrutaba asesinando a otros vampiros y delincuentes, que no veía la diferencia entre un simple ladrón y un terrorista, y que causó el pánico entre los círculos ilegales de la ciudad. El inminente quiebre entre HOPE y Revy causó un desajuste en la cabeza del joven vampiro, que había dejado todo a un lado, su humanidad y su capacidad de amar, para ser un héroe y que, ahora, exiliado de la organización, no le veía sentido a su vida.
Siguiendo el consejo de su Sire, el vampiro que lo transformó, intentó pasar un tiempo con un bajo perfil. Aceptó en su vida a un niño que había sido objeto de experimentos genéticos, y lo crió como a su propio hijo. Sus conexiones con David Nexus le confirieron un trabajo estable como profesor de Robótica en una universidad prestigiosa, y hasta parecía que empezaba a tener suerte nuevamente en el amor.
Pero el destino se había decidido a que no parecía merecer ningún tipo de estabilidad, mucho menos felicidad, pues el hijo que él había aceptado cuidar solo buscaba maneras para destruirlo, y lo consiguió a lograr asesinar a la esposa de su hermano y su hijo recién nacido. Alexander, quien no vio venir este certero ataque, se vio obligado a mandar a su hijo a una cárcel en un lejano país, sabiendo que sería incapaz de matarlo y que mientras siguiera cerca siempre sería una amenaza. Oscurecido por los recientes eventos, supo que una vida tranquila para él no era una opción, por lo que no dudó en aceptar el ofrecimiento de Iker Nexus de salir de su país y comenzar de nuevo, viviendo el peligro de ser un héroe al servicio de una motivación. Y viajó a Australia sin esperanza de encontrar allí otra cosa que no fuera el momento inminente de su destrucción.




-Tiene una cicatriz en la mejilla izquierda. Como se regenera constantemente, él mismo se rasca hasta que vuelve a marcarse.
-El traje de héroe de Revy tiene implementada tecnología que lo defienda de otros vampiros y seres más fuertes que él. Sus guantes y botas reflejan ciertos focos de luz para que la vista mejorada de algunas razas les juegue en contra (desde que él se volvió un vampiro, tuvo que protegerse los ojos con un visor adecuado a su antifaz). La tela de su traje emana un químico que se mezcla con su propio aroma y cambia constantemente, para que su olor no pueda ser rastreado, y cada cierto tiempo el mismo se envenena la sangre con un compuesto bio-mecánico que hace que morderlo no sea una grata experiencia, para evitar ser reconocido por el sabor de su sangre (como se regenera gradualmente, tiene que inyectarse para que vuelva a surtir efecto).
-Alexander espera morir prontamente. Se siente constantemente cansado y perseguido por fantasmas de su pasado, por lo que siempre actuará con poca cautela, hasta el momento en que él tenga un motivo de peso suficiente como para darle valor a su propia existencia en el mundo.
-El hijo de Alexander escapó jurando venganza, pero él niega su existencia a causa de la culpa y el dolor.